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Yo había leído el Principito varias veces y había asumido que, en su visita a la Tierra, el pequeño niño «príncipe» había muerto tras ser mordido por una serpiente, pero hace un par de años me llevé una maravillosa sorpresa.

Comandaba una misión que me convertiría en el primer hombre en pisar la superficie de Marte cuando mi nave se descompuso y tuve que aterrizar de emergencia en un diminuto planeta. Mientras reparaba el sistema de telecomunicaciones, de la nada, apareció un viejo que atrapó mi atención con un mágico relato.

Me contó su versión del desenlace de la historia que aquel niño que según Antoine de Saint-Exupéry, llegó a la Tierra en el año 1943 proveniente de un asteroide. Inicialmente pensé que lo que el viejo me contaba era una fantasía. Sien embargo, tras varias horas de escuchar sus historias, caí en cuenta que en ese libro jamás desvelan a dónde fue a parar aquel adorable niño de cabello dorado. Es por esto que me sentí en la obligación de escribir absolutamente todos los detalles que el viejo me contó sobre los más de noventa años de vida del principito, esperando que, como lo esencial es invisible a los ojos, tú también seas capaz de leer este libro con el corazón.